26 septiembre 2010

El DEISMO DE BENEDICTO XVI. LA HISTORIA, ANTROPOLOGÍA, SOCIOLOGÍA, FILOSOFIA Y LA CIENCIA.

En una noticia periodística que se incluye en el País pagina 6, del 18 de Septiembre del 2010 en un artículo Walter Openheimer y Miguel Mora, desde Londres, hacen referencia a la visita de Su Santidad el Papa Benedicto XVI, en la que atacó a los ateos al vincularlos con el nazismo.

El papa Ratzinger, debe saber mucho de estas vinculaciones ya que el mismo es alemán y debe conocer a su sociedad y sus convicciones. Con el respeto que dichas declaraciones suscitan, surgen diferentes preguntas en un puzzle de cuestiones que las personas de la posguerra civil española, no sabemos resolver:

Cuestión 1ª: El nazismo, estuvo apoyado por el fascismo nacional-católico español; hasta el extremo que Franco y su gobierno sacralizado y divinizado por el clero envio providencial ayuda de Dios al pueblo aleman, creó la “División Azul” que lucho al lado de Hitler y entro en combate en diferentes batallas defendiendo la causa nazi.

Cuestión 2ª. A los soldados republicanos que se pasaron a Francia, les llamaba los ganadores: “hordas rojas, enemigos de la Iglesia, del clero, gentes con convicciones ateas y agnósticas”.

Pues bien esos soldados lucharon al lado de los ejércitos franceses, ingleses y americanos contra el nazismo.

Tras reflexión, encontramos que:

· Si la denuncia de su Santidad jefe de la Iglesia Católica, está basada en la verdad, la religiosidad del fascismo español cae en descrédito, por su apoyo al nazismo ateo, cayendo en calificación a la Italia de Mussolini y a la España de Franco, como colaboradores de aquel movimiento político que su Santidad denuncia.

· Si los republicanos españoles lucharon contra el nazismo ateo, ¿porque la Iglesia los consideraba “enemigos”?

Pudiera ser que la Iglesia oficial, así lo consideraba, por estar al lado de los ganadores. Más el clero inferior que con magnanimidad se acercaba a consolar a los que le situaban frente al pelotón de fusilamiento, deberían tener concepto más piadoso por estar inmersos en tan horribles dramas.

Los beneficios de la religiosidad en los individuos y sociedad son descritos desde diferentes aspectos:

Los antropólogos e historiadores, llegan a la consecuencia, de que las creencias religiosas antiguas impusieron a las tribus primitivas: orden, disciplina, moral y ética. Muchas de estás creencias, alcanzaron a antiguos imperios basados en dioses de todo tipo y en leyendas.

Las teorías de las religiones, que adoraron a ídolos de desconocida procedencia y a espíritus, fueron denunciadas como supercherías, por las Iglesias cristianas imperantes en Europa, y trabajaron para sustituirlas por sus creencias, imponiéndolas especialmente en el continente americano. Si bien la Santería es una extraña mezcla de creencias, donde varias convicciones se unen, sobreponen y disfrazan.

Los sociólogos, consideran que hoy los ciudadanos basan sus creencias en códigos como son los derechos humanos y constitucionales y en bases jurídicas. Es cierto que un razonamiento laico está invadiendo la sociedad, de forma creciente donde los católicos tienen comportamientos y actuaciones enfrentados a los mandamientos de la Iglesia, donde las uniones de pareja se realizan un 30 % fuera de la Iglesia, en ocasiones por simple acuerdo mutuo y los hijos nacidos alcanzan igual porcentaje.

Entre los filósofos. El nacimiento de la filosofía dió lugar al descubrimiento de la conciencia, y con ella, a la soledad del individuo. Lo divino había tomado el aspecto de la extrema extrapolación de los principios racionales.

Maria Zambrano comentaba la relación del hombre con lo divino, con la raíz oscura de lo sagrado, de esos seres, que han de darse a luz, a la visión que busca lo esencial, búsqueda de la esencia sagrada, que se muestra de múltiples maneras, bajo aspectos que hemos denominado «los dioses».

Desde cuando el hombre se veía inmerso en un universo sagrado, hasta el momento de la conciencia es asumida con responsabilidad por el individuo en trance de convertirse en persona, que ha tenido un largo proceso durante el cual ese individuo ha ido ordenando la realidad, al par que asumía preguntas en los momentos trágicos, en que los dioses ya no eran la respuesta adecuada. Este largo proceso es el paso de una actitud poética a la actitud filosófica que pregunta, cuando la respuesta anterior, si la había, ya no satisface, era el delirio. La realidad se presenta oculta en sí misma, y el hombre supone que aquello que le rodea también sabe mirar, y le mira a él. La realidad entonces se «llena de dioses», es sagrada, y puede poseerle. El temor y la esperanza son los dos estados propios del delirio, consecuencia de la persecución y de la gracia de ese «algo» o «alguien» que mira sin ser visto.

Lo dioses se presentan como respuesta a una demanda; la aparición de estos dioses es una primera configuración solicitada. Nombrar a los dioses significa salir del estado trágico donde estaba sumido el indigente porque al nombrarles se les puede invocar, ganar su gracia y apaciguar el miedo.

El hombre pregunta porque no se sabe, porque algo ignora, algo le falta; la ignorancia es la falta de algo: de conocimiento o de ser. Estos actos trágicos se repiten cíclicamente, porque también es cíclica la destrucción de los universos míticos. Los dioses aparecen por una acción «sagrada», pero también hay un proceso sagrado de destrucción de lo divino. La muerte de los dioses restaura el universo sagrado del principio, y también el miedo. Cada vez que un dios muere sucede, para el hombre, un momento de trágico vacío, por ello el creyente quiere conservar a los dioses, al crear una interiorización de lo divino.

El terrible Nietzsche “mato” al dios creado por la razón, decidió, volver al origen, hurgando en la naturaleza humana en busca de las condiciones de lo divino. Así se fraguó la libertad trágica exultante y con ella la recuperación de todo aquello que, definido por la filosofía había quedado oculto. Nietzsche destruyó los límites que el hombre había establecido para el hombre; recuperó todas sus dimensiones, y los infiernos del alma: sus pasiones, la oscuridad, lo opuesto al ser y la angustia. La nada ascendió entonces desde los infiernos del cuerpo y penetró por vez primera en la conciencia ocupando allí los lugares del ser.

Como aportación cientifica, incluimos la de Stepehen Hawking, intelectual de total solvencia, quien expone su conclusión de que dios no existe, y que en la creación del Universo queda excluido un ser superior y tampoco era necesaria, porque como existe la gravedad el cosmos puede crearse por si mismo. Añade: “Hay una diferencia fundamental entre la religión, que se sustenta en la autoridad, y la ciencia se basa en la observación y la razón. Está última ganara, porque funciona, el marco que abre la fisica viene a contribuir a descartar a Dios como como creador del mundo y por tanto de todas las religiones.

Los deístas basados en las declaraciones de Su Santidad, consideran que la religión católica inculca a sus feligreses seguidores el beneficio de la religión que son base de la unión familiar, del amor entre los padres y la unión con los hijos, de la ética y de la moral de los ciudadanos, del respeto y amor entre los seres humanos y que el premio de sus devotos creyentes seguidores seria la felicidad eterna y el castigo del infierno para quien rechace los beneficios del Altísimo.

Si al principio de nuestra exposición estabamos descentrados respecto a la aportación de su Santidad. La conclusión cientifica no deja perplejos y aumenta nuestra confusión. Desde ahora tenemos que tomar una decisión dudando de la que es la acertada y: Elegir entre “la Ciencia y la religión” …., difícil dilema para el hombre que ha de tomar sobre sí la responsabilidad de crearse a sí mismo a partir de la nada, con la libertad que el surgimiento y la aceptación de la conciencia le proporciona.

El DEISMO DE BENEDICTO XVI. LA HISTORIA, ANTROPOLOGÍA, SOCIOLOGÍA, FILOSOFIA Y LA CIENCIA.

En una noticia periodística que se incluye en el País pagina 6, del 18 de Septiembre del 2010 en un artículo Walter Openheimer y Miguel Mora, desde Londres, hacen referencia a la visita de Su Santidad el Papa Benedicto XVI, en la que atacó a los ateos al vincularlos con el nazismo.

El papa Ratzinger, debe saber mucho de estas vinculaciones ya que el mismo es alemán y debe conocer a su sociedad y sus convicciones. Con el respeto que dichas declaraciones suscitan, surgen diferentes preguntas en un puzzle de cuestiones que las personas de la posguerra civil española, no sabemos resolver:

Cuestión 1ª: El nazismo, estuvo apoyado por el fascismo nacional-católico español; hasta el extremo que Franco y su gobierno sacralizado y divinizado por el clero envio providencial ayuda de Dios al pueblo aleman, creó la “División Azul” que lucho al lado de Hitler y entro en combate en diferentes batallas defendiendo la causa nazi.

Cuestión 2ª. A los soldados republicanos que se pasaron a Francia, les llamaba los ganadores: “hordas rojas, enemigos de la Iglesia, del clero, gentes con convicciones ateas y agnósticas”.

Pues bien esos soldados lucharon al lado de los ejércitos franceses, ingleses y americanos contra el nazismo.

Tras reflexión, encontramos que:

· Si la denuncia de su Santidad jefe de la Iglesia Católica, está basada en la verdad, la religiosidad del fascismo español cae en descrédito, por su apoyo al nazismo ateo, cayendo en calificación a la Italia de Mussolini y a la España de Franco, como colaboradores de aquel movimiento político que su Santidad denuncia.

· Si los republicanos españoles lucharon contra el nazismo ateo, ¿porque la Iglesia los consideraba “enemigos”?

Pudiera ser que la Iglesia oficial, así lo consideraba, por estar al lado de los ganadores. Más el clero inferior que con magnanimidad se acercaba a consolar a los que le situaban frente al pelotón de fusilamiento, deberían tener concepto más piadoso por estar inmersos en tan horribles dramas.

Los beneficios de la religiosidad en los individuos y sociedad son descritos desde diferentes aspectos:

Los antropólogos e historiadores, llegan a la consecuencia, de que las creencias religiosas antiguas impusieron a las tribus primitivas: orden, disciplina, moral y ética. Muchas de estás creencias, alcanzaron a antiguos imperios basados en dioses de todo tipo y en leyendas.

Las teorías de las religiones, que adoraron a ídolos de desconocida procedencia y a espíritus, fueron denunciadas como supercherías, por las Iglesias cristianas imperantes en Europa, y trabajaron para sustituirlas por sus creencias, imponiéndolas especialmente en el continente americano. Si bien la Santería es una extraña mezcla de creencias, donde varias convicciones se unen, sobreponen y disfrazan.

Los sociólogos, consideran que hoy los ciudadanos basan sus creencias en códigos como son los derechos humanos y constitucionales y en bases jurídicas. Es cierto que un razonamiento laico está invadiendo la sociedad, de forma creciente donde los católicos tienen comportamientos y actuaciones enfrentados a los mandamientos de la Iglesia, donde las uniones de pareja se realizan un 30 % fuera de la Iglesia, en ocasiones por simple acuerdo mutuo y los hijos nacidos alcanzan igual porcentaje.

Entre los filósofos. El nacimiento de la filosofía dió lugar al descubrimiento de la conciencia, y con ella, a la soledad del individuo. Lo divino había tomado el aspecto de la extrema extrapolación de los principios racionales.

Maria Zambrano comentaba la relación del hombre con lo divino, con la raíz oscura de lo sagrado, de esos seres, que han de darse a luz, a la visión que busca lo esencial, búsqueda de la esencia sagrada, que se muestra de múltiples maneras, bajo aspectos que hemos denominado «los dioses».

Desde cuando el hombre se veía inmerso en un universo sagrado, hasta el momento de la conciencia es asumida con responsabilidad por el individuo en trance de convertirse en persona, que ha tenido un largo proceso durante el cual ese individuo ha ido ordenando la realidad, al par que asumía preguntas en los momentos trágicos, en que los dioses ya no eran la respuesta adecuada. Este largo proceso es el paso de una actitud poética a la actitud filosófica que pregunta, cuando la respuesta anterior, si la había, ya no satisface, era el delirio. La realidad se presenta oculta en sí misma, y el hombre supone que aquello que le rodea también sabe mirar, y le mira a él. La realidad entonces se «llena de dioses», es sagrada, y puede poseerle. El temor y la esperanza son los dos estados propios del delirio, consecuencia de la persecución y de la gracia de ese «algo» o «alguien» que mira sin ser visto.

Lo dioses se presentan como respuesta a una demanda; la aparición de estos dioses es una primera configuración solicitada. Nombrar a los dioses significa salir del estado trágico donde estaba sumido el indigente porque al nombrarles se les puede invocar, ganar su gracia y apaciguar el miedo.

El hombre pregunta porque no se sabe, porque algo ignora, algo le falta; la ignorancia es la falta de algo: de conocimiento o de ser. Estos actos trágicos se repiten cíclicamente, porque también es cíclica la destrucción de los universos míticos. Los dioses aparecen por una acción «sagrada», pero también hay un proceso sagrado de destrucción de lo divino. La muerte de los dioses restaura el universo sagrado del principio, y también el miedo. Cada vez que un dios muere sucede, para el hombre, un momento de trágico vacío, por ello el creyente quiere conservar a los dioses, al crear una interiorización de lo divino.

El terrible Nietzsche “mato” al dios creado por la razón, decidió, volver al origen, hurgando en la naturaleza humana en busca de las condiciones de lo divino. Así se fraguó la libertad trágica exultante y con ella la recuperación de todo aquello que, definido por la filosofía había quedado oculto. Nietzsche destruyó los límites que el hombre había establecido para el hombre; recuperó todas sus dimensiones, y los infiernos del alma: sus pasiones, la oscuridad, lo opuesto al ser y la angustia. La nada ascendió entonces desde los infiernos del cuerpo y penetró por vez primera en la conciencia ocupando allí los lugares del ser.

Como aportación cientifica, incluimos la de Stepehen Hawking, intelectual de total solvencia, quien expone su conclusión de que dios no existe, y que en la creación del Universo queda excluido un ser superior y tampoco era necesaria, porque como existe la gravedad el cosmos puede crearse por si mismo. Añade: “Hay una diferencia fundamental entre la religión, que se sustenta en la autoridad, y la ciencia se basa en la observación y la razón. Está última ganara, porque funciona, el marco que abre la fisica viene a contribuir a descartar a Dios como como creador del mundo y por tanto de todas las religiones.

Los deístas basados en las declaraciones de Su Santidad, consideran que la religión católica inculca a sus feligreses seguidores el beneficio de la religión que son base de la unión familiar, del amor entre los padres y la unión con los hijos, de la ética y de la moral de los ciudadanos, del respeto y amor entre los seres humanos y que el premio de sus devotos creyentes seguidores seria la felicidad eterna y el castigo del infierno para quien rechace los beneficios del Altísimo.

Si al principio de nuestra exposición estabamos descentrados respecto a la aportación de su Santidad. La conclusión cientifica no deja perplejos y aumenta nuestra confusión. Desde ahora tenemos que tomar una decisión dudando de la que es la acertada y: Elegir entre “la Ciencia y la religión” …., difícil dilema para el hombre que ha de tomar sobre sí la responsabilidad de crearse a sí mismo a partir de la nada, con la libertad que el surgimiento y la aceptación de la conciencia le proporciona.

Florián.

No hay comentarios: