08 septiembre 2010



NOMADISMO y SEDENTARÍSMO

NOMADISMO y SEDENTARISMO
Históricamente el nomadismo era el vivir errante, el carecer de domicilio, decíaHeidegger (*) para el cual el lenguaje es el domicilio del ser, el hombre ha vagado por la Naturaleza buscando su horizonte y medios de subsistencia. Fue creando símbolos para poder permanecer en ella, estas producciones conjugaban las sendas a través de las cuales atravesar el mundo, generoso u hostil, según las circunstancias de lo natural y lo histórico.
El descubrimiento de la herramienta y la maquina, prolongación instrumental de las extremidades humanas, como pasos de lo tecnológico en la proyección del hombre hacia su identidad antropológica que le permitiría el proceso de mediatización que implica toda cultura. Inicialmente el ser humano sería errante, el cambio al sedentarismo implica la busca de un lugar en el mundo y ese lugar supone seguridad, referencia, anclaje, habitabilidad, seguridad y domiciliarse. (*) Martín Heidegger, Ser y Tiempo, 1983.
El sedentarismo se interrelaciona con la tierra y lo agrario, el hombre se domiciliay comienza a sembrar, y continua con su actividad de caza, pesca y recolecta frutas silvestres. Deja de deambular, para iniciar su vida en un lugar y jerarquiza la tierra, como referente de las identidades étnico-sociales donde nomadismo y sedentarismo son sucesión evolutiva, jerarquizan lo nómada a través de una cultura sedentaria que es para todos por igual. Dicha homogeneización hace a todos lo mismo, pero dónde?,…. ya que desaparecen los espacios urbanos, las ciudades, las casas y domicilios, por los rápidos avances de la industrialización que reducen los territorios, y la incontrolada explotación de los recursos naturales que amenaza el medio ambiente, la globalización que exige la competitividad y obliga a la capitalización, ponen en aprietos la existencia de los pueblos.
El hombre contemporáneo que consideraba superada la etapa del nomadismo de sus antecesores, vuelve a recorrer espacios, lugares distintos y diferentes en recorridos itinerantes semejantes a los ya sucedidos. El nomadismo inicial implicaba lo errático, hoy busca la necesidad de un domicilio y de un trabajo en el mundo. En épocas pasadas el hombre buscaba el sustento de su familia, tras las cosechas que proveían la tribu. Hoy el hombre busca el trabajo para sustentar a “su tribu” cruzando las ciudades, autonomías y países, nada hay estable en este mundo global, porque está en permanente evolución, una empresa en una pequeña ciudad, si entra en crisis despedirá a su personal, los trabajadores tendrán que emigrar, un nuevo modelo de nomadismo. O el caso de algunas empresas que tienen sucursales en múltiples países y cuando recibes un mail con noticias de tu sobrino que te dice: Estoy en Argentina, ahora en Japón, mas tarde en Argelia. O el nomadismo cruel tras la concesión de un destino post – oposición superada, en el Valle del Codorno ¿Y eso donde esta?
Deleuze y Guattari vinculan la ciudad con dos conceptos:
  • “Espacio liso” entendido como un espacio sin organización, sin centro, “nómada”, itinerante, cambiante como el desierto o el mar, en el que “los puntos están subordinados al trayecto” es decir, donde el trayecto es constitutivo del espacio mismo.
  • “Espacio estriado”, organizado, jerárquico, dimensional, medible, repartido “en intervalos determinados según cortes asignados” como “la urbe” que es “el espacio estriado por excelencia”.
Muchas veces estos dos espacios conviven entre sí en una tensión constante como se observa en los suburbios que rodean las ciudades. Si bien la ciudad es el espacio estriado por excelencia, definido por la intervención constante de un espacio liso y en esa tensión se define la ciudad, siempre la misma y siempre distinta.
Esta meditación sobre las ciudades en relación con nuevas tendencias en los estudios culturales, deriva de la comprobación empírica de que los pueblos han pasado el ultimo siglo haciéndose gente de la ciudad y rearticulando patrones de identidad más viejos en relación a los espacios urbanos y a la re-configuración de las ciudades en relación a los procesos generales de globalización, articulados generalmente en función de transformaciones en la economía mundial.
Deleuze y Guattari, critican las relaciones capitalistas entre las áreas céntricas y las zonas periféricas, en términos de una supuesta lógica o axiomática del tercer mundo, desarrollando el tema de la división fundamental del mundo en Norte/Sur (el sur siendo el tercer mundo o la periferia) que para ellos es más importante y determinante que la división, Este/Oeste, la cual es estructurada como tal por las características capitalistas de intercambio desigual, en función de flujos que conducen a un cambio territorial en el cual la periferia se pone como el centro de ciertos intercambios económicos y culturales. También ciertos flujos crean bloqueos, problemas y rupturas en el mismo sistema de lo cual son partes y que pueden conducir a modos de ruptura violenta y total que ponen un broche al tema de la creación de terceros mundos, dentro de espacios del primer mundo; su discurso de territorios e intercambios se basa en la visión del capitalismo mundial,
En este proceso, existen los emigrantes económicos, nómadas que se establecen en “los márgenes internos”, fronteras que enfrentan más que la enemistad encontrada en la frontera real, y alimentada dentro de la creación o desarrollo de nuevas minorías que habitan esos espacios fronterizos marginales. Gran parte de los proceso de migración están basados en su construcción de flujos y contra-flujos. Es finalmente significativo que los procesos económicos globales inciden en las ciudades donde los procesos de acumulación de capital más se generan, y donde los márgenes y las fronteras internas, así como los habitantes de los márgenes y las fronteras nómadas y no-nómadas, viven sus vidas separados.
Las antiguas costumbres de la ciudad rearticularon prácticas no de la ciudad, inventando agricultura y muchas de las tradiciones que asociamos con los mundos rurales, elementos que de hecho vienen para internarse en las ciudades como propios y ser exportados una vez más con una combinación de factores externos e internos que llevan a posibles rupturas.
Crucial del discurso de Deleuze y Guattari es la comprensión de su visión más generalmente nómada de las superficies lisas y estriadas y de sus interacciones. Las ciudades son estriadas, limitantes. Pero por su constitución misma, ellas reconstruyen superficies lisas las cuales pueden ser lugares de resistencia y de la formación de nuevas estrategias para nuevas configuraciones y texturas de espacio; donde hay varios tipos de espacio, y no debemos depender de ningún espacio único de contorno o configuración para resolver algo en particular.
(Gilles Deleuze filósofo y el psicoanalista y filósofo Félix Guattari., ambos franceses. Publicaron el Anti-Edipo, el primer volumen de Capitalismo y Esquizofrenia, siendo el segundo Mil Mesetas (1980). Presenta mezcla de psicología, economía, sociedad e historia, mostrando como los regímenes “primitivos”, “despóticos” y capitalistas difieren en su organización de la producción, inscripción y consumo. Afirma describir cómo el capitalismo canaliza en última instancia todos los deseos a través de una economía basada en el dinero, una organización unimental que es abstracta, más que local o material).
Bueno es pequeño

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