12 mayo 2010

EFECTOS DE LA MENTIRA CONTINUADA CON OBJETO DE DE INFLUENCIAR A LOS CIUDADANOS.


Blair, Bush y Aznar, en las Azores, declararon la guerra a Irak, por tener enormes contingentes de armas capaces de destruir el mundo. (Las armas no se encontraron)

Todos sabemos que nuestra sociedad soporta sin cesar grandes dosis, premeditadas o accidentales de charlatanería, mentiras, y otras formas de tergiversación y engaño, sin embargo, está claro que no parece que esta carga haya logrado, (al menos hasta ahora) paralizar nuestra civilización. Tal vez algunas personas consideren, con cierto aire de suficiencia, que esto demuestra que, la verdad no es tan importante, ¡lamentable error!

Parece que los grados más elevados de civilización dependen, en mayor medida si cabe, de un respeto consciente por la importancia de la honestidad y la claridad a la hora de explicar los hechos. Entre lo verdadero y lo falso sólo se gian, en ultima instancia, por nada más incuestionablemente objetivo, o que posea una razón más solida, que nuestro propio punto de vista individual. Según otra variante de la doctrina, no son tanto las perspectivas personales las que tienen la última palabra, sino que estas palabras están condicionadas por limitaciónes impuestas sobre nosotros.

Sean cuales fueran los beneficios o recompensas que a veces puedan obtenerse de mediante la manipulación de la verdad, la ocultación o la mendacidad descarada; la sociedad no puede permitirse tolerar a nadie ni nada que alimente un indiferencia disciplente ante la distinción entre verdadero y falso. Una sociedad que de forma imprudente y obstinada se muestra negligente ante alguno de estos comportamientos está abocada a la decadencia ó en el mejor de los casos a convertirse en algo culturalmente inerte. Será incapaz de conseguir algo importante, ni siquiera alguna de sus ambiciones más prudentes y coherentes. Las civilizaciones nunca han podido prosperar, ni podrán hacerlo, sin cantidades ingentes de información fiable sobre los hechos.

Nuestro éxito o fracaso en cualquier cosa que emprendamos, y por tanto en la vida en general, depende de si nos guiamos por la verdad o si avanzamos en la falsedad.

En realidad no podemos vivir sin la verdad, la necesitamos no solo como para vivir bien, sino también como sobrevivir. Por si fuera esto poco. Es algo de lo que difícilmente podamos no darnos cuenta. Estamos obligados a reconocer, al menos de manera implicita, que la verdad es importnte para nosostros; y en consecuencia, también estamos a comprender que la verdad no es no es una caracteristica o una creencia ante la cual podemos permitirnos ser indiferentes. La indiferencia no solo seria una cuestión de imprudencia negligente, sino que pronto se demostraria algo fatal. En la medida en que apreciemos que es importante para nosotros, entonces razonablemente, nos podemos permitir abstenerse de querer la verdad sobre muchas cosas o de esforzarnos por poseerla.

Quizás, en alguna ocasión, podamos ser felizmente ignorantes, o estar contentos y engañados y en estos casos, pese a las dificultades que nos acechan, durante algún tiempo podremos evitar sentirnos especialmente preocupados o confusos. Sin embargo, no debemos olvidar que, con toda probabilidad, nuestra ignorancia o nuestras falsas creencias no harán más que empeorar la situación. El problema con la ignorancia y el error estriba, por supuesto, en que no tenemos ninguna idea clara de nada. Si carecemos de las verdades necesarias, no tenemos más guias que nuestras propias e irresponsables especulaciones o fantasias y los persistentes poco fidedignos y consejos de los demás.

Las afirmaciones falsas no son ayuda racional para nada, nadie puede utilizarlas realmente como una razón para actuar de una manera determinada. Esto ha llevado a algunos a señalar, con notable insistencia, que la mentira debilita la cohesión de la sociedad humana de manera irreparable. Manuel Kant, decia: “una mentira siempre perjudica a otro, si no a un hombre en concreto perjudica a la humanidad en general”

“el mentor es vicio maldito” dijo Montaigne y añadio. “Si conocieramos el horror y el peso de la mentira, la persegueriamos… con más justicia que otros crímenes.

Lo peor de las mentiras es que estás se las arreglan para interferir en (y perjudicar) nuestra tendencia a percatarnos del verdadero estado de las cosas. Su objetivo es impedir que nos demos cuenta de lo que está sucediendo en realidad. Al mentirnos el mentiroso procura engañarnos para que creamos que las cosas son distintas a como son en realidad. Intenta imponernos su voluntad; su objetivo es inducirnos a aceptar sus patrañas como si de de una desripción exacta del mundo se tratase.

Las mentiras no tienen otro objeto que perjudicar nuestra concepción de realidad. Por ello, su objetivo es, de manera muy real, enloquecernos. Si nos las creemos nuestro intelecto está ocupado y gobernado por las ficciones, que el mentiroso ha urdido para nosotros. Lo que aceptamos como real es un mundo que otros no pueden ver, tocar o experimentar de manera directa. En consecuencia una persona que se cree una mentira está obligado por ella a vivir en su propio mundo …de privación de libertad.

Con petica exactitud, Rich nos dice que “el mentiroso lleva una existencia de indescriptible soledad” porque el mentiroso ni siquiera puede revelar que está solo en su mundo inventado…, sin descubir al hacerlo que ha mentido (Sobre mentiras, secretos y silencios, Barcelona, icaria 1994, pag. 224). El mentiroso, puesto que miente, no quiere permitirse que lo reconozcan como tal, esto es un insulto a sus victimas, un insulto a su orgullo.

La traición a uno mismo tiene que ver con la locura, porque es una caracteristica distintiva de lo irracional. El núcleo de la racionalidad consiste en la coherencia y ser coherente, en accion o en pensamiento, supone como minimo actuar de manera tal que no nos engañemos a nosotros mismos.

Las pasadas semana, hemos escuchado declaraciones de politicos:

  • Esperanza Aguirre: Yo fui quien descubrio el caso de corrupción Gúrtel.

· Alvarez Cascos, Cospedal y Ordoñez: Publicado por EFE. El PP comparte la opinión del ex ministro Francisco Álvarez-Cascos sobre supuestas "actuaciones dudosas" de mandos policiales en la investigación del caso Gúrtel. Así lo ha afirmado hoy la secretaria general de los populares, María Dolores De Cospedal, cuando en conferencia de prensa ha sido preguntada por las recientes declaraciones de Cascos, en las que dijo que "una camarilla policial" había falsificado pruebas contra el PP. El eurodiputado del PP Jaime Mayor Oreja ha ido más allá asegurando que es "perfectamente posible" que haya policías que estén fabricando pruebas incriminatorias en el caso Gürtel y ha añadido que si así lo afirma Francisco Álvarez Cascos "sus razones tendrá".

  • Mayor Oreja, denunció que Zapatero estaba negociando con ETA, para debilitar a España. Cuando el Presidente del PP, de su partido, Mariano Rajoy, le contradice afirmando que apoya al Gobierno porque "creemos que no negocia con ETA". ya he dicho lo que tenía que decir.” Oreja responde: Dije lo que dije, y en eso estoy", aunque posteriormente añadio: Es un diagnostico, un político "no es un juez" y, por lo tanto, no tiene que "aportar pruebas" cuando realiza un diagnóstico.

Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la

cacería. BISMARCK,

Preocuparse por la verdad implica, asimismo alcanzar una cierta satisfacción La mentira es la excusa de lo cobardes.


Fuente: Sobre la verdad libro de Harry G. Frankfurt. Traducción Carme Castells.

Ediciones Paidos Iberica 2007.


BISMARCK, Otto von


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