Los pacientes indígenas, hacen uso de la medicina local del chaman, que hace referencia a la que se realiza en las aldeas de las poblaciones del interior del amazonas, donde hoy INCLUSO LOS CURANDEROS HACEN USO DE LA BIOMEDICINA.
Sabemos que de siempre, las actividades de los especialistas terapéuticos indígenas, se extiende mayoritariamente de su grupo. Aunque hoy tanto los indígenas como los blancos descendientes de europeos, utilizan una medicación hibrida ente lo tradicional y lo moderno, Los indios descienden del altiplano en busca de los médicos oficiales, de la medicina industrial, y su utilización es una regla, aunque poblaciones como los Yaminawa, tanto por su localización como por su economía, están lejos de donde esa medicina actúa y fuera de sus posibilidades económicas por lo que no les resulta accesible. Su baja renta explica el mantenimiento del sistema de salud tradicional, mas cercano y más barato.
Los representantes de la biomedicina que actúan entre los Yaminawa, son médicos y las asistencias itinerantes son mayoría enfermeros, para administrar las vacunas y existen agentes indígenas de salud que difunden conferencias de higiene y disponen de un botiquín para urgencias farmacéuticas urgentes y equipos para analíticas, para que realicen diagnósticos y envíen al enfermos a hospitales si la afección lo requiereTambién existen equipos volantes, mantenidos por los órganos del gobierno o por las ONGs, deben enfrentarse siempre a dificultades de transporte y de conservación del material médico. En algunas poblaciones solo es posible llegar por vía aérea. En cualquier caso la visita médica en las selvas, reviste el carácter de una expedición de aventura, los agentes suelen llevar como material de supervivencia, potabilizadoras de agua, repelentes de mosquitos, suero contra picaduras de serpientes. Al llegar encuentras animales domésticos que conviven en la cabaña de sus sueños, llenos de parásitos, de los que no quieren separarse, la manipulación de comida se realiza sin buenas condiciones de higiene, Los agentes de salud, asesoran sobre los lugares donde se deben instalar las letrinas, hacen demostraciones de cómo reducir los microbios y parásitos, entregan cepillos y pasta dentrífico, La escuela suele servir para alojar al personal médico y como enfermería. Los Yaminawa acuden de los poblados cercanos, a veces acompañados de sus ganados, lo que convierten el lugar en residencias de moscas y mosquitos y olores de estiércol.
La vida del cooperante no es fácil, no pueden comer con las familias del poblado, porque seria una carga que aquellos no podrían soportar, más el comer aparte, es un acto de insoliradidad y avaricias de los forasteros. La alimentación indígena basada en raíces, frutas frescas y carne de caza y pescado proporcionan una dieta sana, Los Yaminawas, jóvenes han variado su dieta, hoy comen alimentos industrializados con mucha pasta y cantidad de azucares, que predisponen la obesidad en la población.
Cualquier europeo que pase por una aldea indígena, es interrogado sobre curaciones y el turista, que llega al cuarto mundo, se convierte en medicó farmacéutico, y aunque es mejor poco que nada, debe tenerse en cuenta al recomendar o entregar medicamentos las dosis y la eficacia de los medicamentos, que al proceder de donaciones pueden sobrepasar la validez por fechas de caducidad.
Los indígenas quieren visitar a los médicos de las ciudades, gozan de un prestigio alto entre los indígenas, aunque vistos desde la opinión de los europeos y desde las ciudades brasileñas de la costa, presentan en ocasiones precariedades.
Ocurre que cuando el Yaminawa acude a la ciudad, para visitar al doctor, lo hace sin dinero, duerme debajo de un puente, comen alimentos escasos y peligrosos recogidos de basureros o las mujeres recurren al eventual recurso de la prostitución y enfrentándose a situaciones de violencia en los vericuetos urbanos.
Los Yaminawas descienden a las ciudades porque esperan un nuevo tratamiento eficaz, su perspectiva es someterse al poder simbólico de la ciudad, para ellos un mundo distante y mal conocido, aunque lleno de prestigio, con habitantes extraños que a su modo viven también en una peligrosa selva.
Una de las enfermedades de los varones Yaminawas, y que serian prevenidas con cambios de hábitos, es la ingestión de alcohol de 97º, inadecuado para el consumo humano, y destinado para la limpieza domestica. Este consumo origina lesiones hepáticas y estados de embriaguez que las gentes duermen al raso, que produce enfermedades pulmonares, o caen a ríos o arroyos en estado de embriaguez y se originan accidentes por ahogamiento. La mortalidad por estas causas son accidentes que podrían ser evitados. Dicen los Yaminawa, que en visita es raro que alguien te ofrezca comer, más a beber todo el mundo te invita.
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