20 enero 2010

León X (1475 - 1521), REDIMIR, TODO TlENE SU PRECIO


LEON X PAPA de la Iglesia Católica de 1513 a 1521.Giovanni de Lorenzo, hijo de Lorenzo el Magnifico y de Clarece Orsini, cardenal con 13 años, a los 38 fue elegido Papa. Era un amante de los placeres de la música, de la literatura, de la pintura, y también de otros más sensuales. «Disfrutemos del papado puesto que Dios nos lo ha dado», según dijo al embajador de Venecia.

La construcción de la Basílica de San Pedro, emprendida por León X demandaba cuantiosas inversiones de oro y plata, y hubo que conseguirlos por vía de tributos especiales y recaudaciones extraordinarias. Recurrió el Papa a la de indulgencias; publicó una bula el 31 de Marzo de 1515, solicitando donativos de los fieles cristianos para la obra basilical. La escandalosa transacción de indulgencias por dinero fue el detonante para que Martin Lutero se rebelara contra el papado, y se iniciara una reforma eclesiástica que habría de escindir la comunidad cristiana, el papa pronunció su excomunión y la de sus partidarios en 1521.

Recientemente se ha desatado una fuerte polémica entre quienes defienden la autenticidad del documento y quienes la niegan. El periodista español Pepe Rodríguez, ha defendido su autenticidad, aun reconociendo que no se han obtenido los documentos originales. Desde organizaciones cercanas a la Iglesia Católica se ha sostenido que el documento es falso, o por lo menos no atribuible a León X.

En la Roma del Renacimiento, en la Iglesia Católica todo estaba a la venta, sólo era cuestión de disponer del dinero necesario y la disposición para poder pagar el precio adecuado, todo estaba tarifado económicamente, y nada constituía una excepción, ser perdonado incluso antes de realizar el pecado y obtener el perdón sin arrepentimiento y la seguridad de ir al cielo con la impunidad de la bula.

El papa León X, ideó, organizó y difundió la idea de poner tarifas para obtener el perdón e ir al cielo, Fue “la llamada Taxa Camarae”. Como se podrá apreciar, todo pecado/delito tenía su precio estipulado y no había crimen que no pudiese ser perdonado a cambio de ser generoso con las arcas papales.

Desde el asesinato hasta el incesto, pasando por la licencia para poner puestos de venta en los pórticos de las iglesias todo tenía un importe que pagado, declaraba abierto el cielo a pesar de los hechos perpetrados.

No había delito, por horrible que fuese, que no pudiese ser perdonado a cambio de dinero. León X declaró abierto el cielo para quienes, clérigos o laicos, hubiesen violado a niños y adultos, asesinado a uno o a varios, estafado a sus acreedores, abortado... pero tuviesen a bien el ser generosos con las arcas papales.

La Taxa Camarae, enumera treinta y cinco artículos que da una idea de lo que era el papado en ese momento. “De que esta tarifa sea obra verdaderamente de los papas, no existe la menor duda. Poliodoro Virgilio lo afirma positivamente. Se sabe que Audofredo, en una obra dedicada a Pío VI, enumera las ediciones de aquel libro, publicadas en Roma; otras veinticinco ediciones fueron publicadas en Paris, Colonia y Venecia, una de las cuales apareció bajo los auspicios de Gregorio XIII.”

Claude Togniel d'Espence (Espencaeus) Rector de la Universidad de París epone que la Opera Omnia editada por su amigo Gilbert Génébrard en 1619, habla claramente del libro en cuestión, y como este pasaje ha sido usado frecuentemente para mantener la autenticidad de las listas de precios simoníacas, vamos a presentar el texto traducido. D'Espence es un sacerdote católico, fiel a la Iglesia y al papa toda su vida y tenaz opositor de las ideas protestantes:

En muchos casos, en sí mismos y eventualmente lícitos, e incluso necesarios, en los que se requiere una dispensa, sucede que si no se paga no se dispensa, de tal modo que si no ofreces algo o pagas algo, te quedas para siempre sin dispensa. Más vergonzoso resulta el que ésos mismos [algunos eclesiásticos] conmuten tan a menudo la disciplina que, para los pecados públicos y muy graves, han impuesto los cánones de los Padres [de los concilios de la Iglesia], a cambio de una redención pecuniaria con título de dispensa. Y como si, al revés que aquéllos [Padres antiguos], prefiriesen estos [clérigos] la lana de las oveja y el dinero a la penitencia y la salvación, negocian por dinero la inmunidad frente al rigor de la Iglesia en imponer penitencias y satisfacciones. ¿Y qué decir ante el hecho de que, en virtud del mismo dinero, legitiman a los hijos ilícitamente concebidos y nacidos de una unión reprobable y una ilícita cohabitación, contra lo dispuesto por Dios, la Iglesia y las leyes, los hacen idóneos para el goce de todo estado y dignidad y a veces habilitan a los ilegítimos y los admiten a la misma sucesión que a los legítimos? […] Lo más torpe es que [algunos obispos] también consienten que éstos [sacerdotes] cohabiten con concubinas, queridas y mujerzuelas y que procreen hijos, una vez que han recibido de ellos – y hasta, en algún sitio, de los continentes – un censo anual determinado; “que [el clérigo] la tenga - dicen- si quiere”. ¿Y cuántas veces, por el contrario, alguno de éstos, siendo tantos los que obran así, es hoy castigado?- Sentian su negocio como una prostituta en busca de su salario- impreso pública y abiertamente aquí [¿Francia? ¿París?], y hoy como ayer puesto a la venta, titulado Tasa de la Cámara o Cancillería Apostólica, en el que se puede aprender más de crímenes que en todos los sumistas y sumarios de todos los vicios. A cambio de dinero se ofrece a muchos la licencia, a todos la absolución.

En el mismo D’Espence trae una clara y detallada mención de un libro que se vendía en sus días con el nombre de Taxa Camarae seu Cancellariae Apostolicae; para esa época sabemos que circulaban al menos quince ediciones protestantes, muy dispares unas de otras, además de las ediciones oficiales de la curia romana, que habían dejado de publicarse ya hacía varios decenios. Por estos motivos no podemos llegar a ninguna conclusión cierta acerca del contenido exacto de ese libro, ni de si se trataba de una copia fiel de las listas auténticas o más bien era una presentación tergiversada de las mismas, según aparece en las ediciones anteriores a D'Espence que hemos consultado.

Los ejemplares de las listas de precios, auténticas o falsas, están disponibles a los lectores en diversas bibliotecas romanas, incluida la Vaticana. No existen restricciones de ningún tipo para su obtención y lectura.

Comentarios:

Incluimos los tres primeros puntos del que se atribuye en los pasajes algunos de la tarida atribuida al Papa, si tiene interes el lector puede ir a Internet. para ver la lista completa:

actualcurioso.blogspot.com/2009/11/leon-x-la-taxa camarae.html

· El eclesiástico que incurriere en pecado carnal, ya sea con monjas, ya con primas, sobrinas o ahijadas suyas, ya, en fin, con otra mujer cualquiera, será absuelto, mediante el pago de 67 libras, 12 sueldos.

· Si el eclesiástico, además del pecado de fornicación, pidiese ser absuelto del pecado contra natura o de bestialidad, debe pagar 219 libras, 15 sueldos. Mas si sólo hubiese cometido pecado contra natura con niños o con bestias y no con mujer, solamente pagará 131 libras, 15 sueldos.

· La religiosa que quisiera alcanzar la dignidad de abadesa después de haberse entregado a uno o más hombres simultánea o sucesivamente, ya dentro, ya fuera de su convento, pagará 131 libras, 15 sueldos.

Hay dos indicios que apuntan a una posible verdad

* Los escritos de Erasmo de Rótterdam, en los que acusa al papado de corrupción extrema.

* En los fueros medievales, se catalogaban las penas a los diferentes delitos, entre ellos el del castigo a los clérigos por abusos a mujeres.

(tal como fue leído lo cuento)

Florián, nacido en Messidor .

1 comentario:

Minotauro dijo...

Siempre te ves sorpendido poe la explotacion de los poderosos hacia los debiles, en los que están incluidos los inocentes y candidos.

¿Hasta cuando?