03 abril 2010

El IV CONGRESO DEL MOVIMIENTO EUROPEO. PRELUDIOS DE LIBERTAD.


Celebrado en Munich entre el 5 al 8 de Junio del 1962, participaron 118 políticos españoles, de todas las tendencias opuestas al régimen del General Franco, aquel que se sublevo contra el legitimo gobierno de la Republica elegido por los ciudadanos.

El congreso estuvo presidido por del gran liberal republicano Salvador de Madariaga. Aquel literato, diplomático, periodista, hombre ilustre que fue Secretario y director de Desarme en la Naciones, Catedrático en la Universidad de Oxford, Embajador de la República española en Washington y Embajador en París al servicio de la Republica de España. Asistieron representantes de grupos políticos democráticos: monárquicos, liberales, democristianos, socialistas y democristianos, todos enfrentados al régimen dictatorial de Franco. El sereno don Salvador terminada la reunión emocionado exclamo. Hoy ha terminado la guerra Civil Española.

Los 118 delegados españoles aprobaron por unanimidad la siguiente resolución:

El Congreso del Movimiento Europeo (...) estima que la integración, ya en forma de adhesión, ya de asociación de todo país a Europa, exige de cada uno de ellos instituciones democráticas, lo que significa en el caso de España, de acuerdo con la Convención Europea de los Derechos del Hombre y la Carta Social Europea, lo siguiente:

1.- La instauración de instituciones auténticamente representativas y democráticas que garanticen que el Gobierno se basa en el consentimiento de los gobernados.

2.- La efectiva garantía de todos los derechos humanos, en especial los de libertad personal y de expresión, con supresión de la censura. .

3.- El reconocimiento de la personalidad de las distintas comunidades.

4.- El ejercicio de las libertades sindicales.

5.- La posibilidad de organización de corrientes de opinión y de partidos políticos...

Los delegados españoles, presentes en el Congreso, expresan su firme convencimiento de que la inmensa mayoría de los españoles desean que esa evolución se lleve a cabo de acuerdo con las normas de la prudencia política, con el ritmo más rápido que las circunstancias permitan, con sinceridad por parte de todos y con el compromiso de renunciar a toda violencia activa o pasiva antes, durante y después del proceso evolutivo.

El IV Congreso del Movimiento Europeo, tuvo resonancia mundial lo que enfureció a los fascistas y la prensa del diario falangista Arriba sostenido por el régimen franquista, quiso ridiculizar tan eminente congreso de libertades, y se propuso ridiculizarla llamándole CONTURBENIO DE MUNICH, palabra que no existe en español, que fue admitida por los seguidores franquistas cortos de ideas. Publicándolo dieron a conocer a los ciudadanos lo ocurrido que de otro modo no se habrían enterado.

Franco había intentado atraerse aquellos grupos ofreciéndoles la paz si se sometían a la dictadura, al enterarse de tal evento contrario a sus deseos, además ya tenia un problema con las huelgas mineras de Asturias, que estaba casi solucionado a base de intervenir las fuerzas policiales al servicio del orden establecido antidemocrático. Entro en cólera y actuó contra aquellos que en su visión consideraba deseaban destruir la sacrosanta unidad patria, ejemplo para el mundo, iluminación del catolicismo, la única fe posible a ojos de dios padre. Franco encolerizó ante el activismo de grupos que creía dominados porque hasta entonces solo habían ejercido una tímida oposición al Régimen. Así que ordeno medidas represivas: Encarceló, deportó y exilió a los asistentes a medida que retornaban a España. Lo que produjo la represión política más escandalosa durante todo el franquismo…. / Creyendo con ello acallar aquella reunión logro gran repercusión. La ofensiva que organizó la prensa franquista contra el «conturbenio» de Múnich fue un escándalo nacional. Los falangistas maniobraron para reforzar su poder y hacer daño a los monárquicos.

La reacción del Régimen contra los participantes de la reunión en Múnich causó fuertes críticas en el extranjero, sobre todo en la Comunidad Económica Europea a la que España había solicitado la asociación pocos meses antes, solicitud que quedó paralizada y sin posibilidades de avanzar a partir del "Conturbenio". Franco se dio finalmente cuenta de que su reacción ante el Congreso de Munich había sido un grave error, que quiso solucionar actuando contra los responsables que dentro de su equipo habían promovido tal situación, destituyo al Ministro de Información Gabriel Arias Salgado, de quien se cuenta que al perder el favor del Caudillo, entro en depresión y murió a los pocos días en la escalera de su casa. Le sustituyó Manuel Fraga, de quien dicen, autor de una ley de prensa, que abriría una tímida liberalización, bien es cierto que ocurrió cuatro años después.

El general Agustín Muñoz Granes, fue nombrado vicepresidente del Gobierno y en 1963 creo en defensa del Régimen creó el Tribunal de Orden Público, un arma represiva para juzgar los delitos políticos con toda rigidez, que detuvo a mineros en Asturias durante las huelgas y ejecutó al militante comunista Julián Grimau. Otro error donde la ceguera política y la prepotencia iluminada demostró como actúan las fuerzas antidemocráticas.

Grimau, que fue elegido miembro del comité central durante el congreso del partido comunista celebrado en Praga 1959, se hizo cargo de la dirección del partido en España, donde tuvo que residir clandestinamente, Su actividad le hizo ser una de las personas más buscadas por la policía española. Tras su detención, fue juzgado por un tribunal militar, acusado de "rebelión militar", y atentar contra la seguridad del Estado. Este tipo de juicios sumarísimos en aplicación de una ley creada específicamente para aniquilar a los republicanos, fue fusilado por el régimen franquista. Con ello el régimen quiso atemorizar a la oposición y dar una lección en un momento en el que existía una ola de alta conflictividad social y política.

La prensa internacional volcó su atención sobre el caso Grimau y hubo manifestaciones multitudinarias en varias capitales europeas y latinoamericanas La presión no pareció afectar Franco que en su línea habitual la atribuyó a una "conspiración masónico-izquierdista con la clase política". Más de 800.000 telegramas llegaron a Madrid pidiendo la paralización de lo que consideraban un juicio farsa, muchos de ellos de jefes de Estado y gobierno del mundo entero, incluso de su Santidad el Papa entre ellos el papa Juan XXIII , a las cuales Franco no atendió, su ego incrementado por la subordinación interesada de cuantos le rodeaban, no le permitían percibir la realidad, y le empujaban a su actuación de persona sin sentimientos, sin ética, y moral deshumanizada…, firmo la pena de muerte ante el brazo incorrupto de Santa Teresa que presidía su mesa. Franco quería así sofocar la oposición, recibía el apoyo y culto a su persona de los que le con el soñaba con mundos dominados regidos por su poder absoluto, aquel corrupto régimen estuvo apoyado por diferentes tendencias del conservadurismo, de nacionalismos exacerbados de patrias imperiales y del catolicismo oportunista y sumiso que paseaba bajo palio a un dictador asesino. Todos juntos opuestos a las formas democráticas y sociales.

El “conturbenio”fue una oportuna situación de reforzar la oposición a la dictadura y despertar conciencias. El “caso Grimau” se convirtió en un acontecimiento político muy significativo, que marcó aquel periodo de la dictadura, tanto por la relevancia del detenido como por las irregularidades cometidas con este luchador antifranquista, fue torturado brutalmente y tuvo un juicio injusto, ejemplo de la violencia y represión institucionalizadas del régimen franquista.

Bookmark and Share

No hay comentarios: