22 noviembre 2010

Lluís Alcanyís. MÉDICO I POETA VALENCIANO.


MÉDICO QUE: Tiene dedicado el nombre de un hospital de Xátiva a su memoria

Xátiva (Játiva) fue y es una de las poblaciones más importantes del Reino Valenciano y allí nació LLuís Alcanyìs y allí trascurrió su juventud, del que seria medicó que actualmente esta casi olvidado. Se crió en el seno de una familia de origen judío, su padre era notario. Acabados sus estudios de Medicina en 1462, se le sitúa en la ciudad de Valencia en 1467, donde los investigadores consideren, con mucha probabilidad, que desarrolló toda su actividad profesional. Su dedicación, conocimientos y dedicación a al enseñanza fueron esenciales para el progreso de la medicina académica española del Renacimiento, en Valencia se incorpora a la vida cultural, resaltando por su interés en las letras, al participar en el certamen poético de 1474, donde se distinguió también por sus talentos poéticos, siendo autor del primer libro de carácter literario impreso en España.

Estuvo casado en dos ocasiones, con mujeres judías conversas. De estos matrimonios tuvo dos hijos con su primera esposa y, con la segunda, Elionor Esparça, cuatro hijas y un hijo, llamado Francesc, que fue también médico.

Entre sus pacientes famosos se encontraban algunos de los personajes más relevantes de Valencia, como el "mestre racional" Guillem de Saera. En 1469 fue nombrado médico personal del rey Ferran II de Aragón, el futuro rey Fernando el Católico, y hay constancia de que atendió a la reina Isabel la Católica en 1498.

En la su vertiente docente, Lluís Alcanyís ejerció como examinador de médicos desde 1467 a 1477 y fue maestre lector de la escuela de cirugía de Valencia (1469, 1472 y 1487). Con la fundación de la Universitat de València el año 1499 y, por tanto, con la creación de la Facultat de Medicina, Lluís Alcanyís ocupó la "cadira de medicina e cirurgia", es decir, la primera y única cátedra de medicina, y entre los años 1500 y 1504 ocupó la "cadira de principis".

Lluís Alcanyís era uno de los pocos cirujanos europeos que practicaba disecciones en el siglo XV. Fueron sus esfuerzos los que condujeron a que se autorizara la disección de cadáveres humanos, tabú en la época en la mayoría de las facultades de medicina europeas. En lo referente a su actividad pública, en 1490 recibió el privilegio de "dessospitador de ferides de la ciutat de València i els seu terme", de forma que se convirtió en el perito médico de la ciudad y su término ante la corte de justicia criminal. También fue nombrado médico del "Hospital dels Innocents" en 1491, hospital que se convirtió en la matriz del actual Hospital General de Valencia, que fue instituido el año 1512.

La fama de Lluís como médico y como maestro de estudios medicos, fue conocida por el Papa Alejandro VI, quien a través de una bula pontificia había ya dado luz verde para la creación del "Estudi General". El Papa, que también era setabense, felicitó personalmente a Lluis, por sus iniciativas en lo referente a la primera cátedra de Medicina y la creación del "Estudi General".

Entre la obra escrita que ha llegado a nuestros días de Lluís Alcanyís se encuentra su participación en un certamen poético en honor de la Virgen en 1474, que fue recopilado en el libro "Trobes en llaors de la Verge Maria", primer texto impreso en la valenciano y uno de los primeros textos impresos en la península ibérica, cuya única copia conservada se guarda en la Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia.

El Dr. Alcanyís fue asimismo el autor del primer libro original de medicina escrito en Valencia: Regiment Preservatiu E Curatiu De La Pestilència (1490, figura), de carácter practico, inspirado en la epidemia que azotó su ciudad en el invierno de 1489. La obra describe los síntomas de la peste, sus causas y tratamiento según las teorías de la época. Aporta consejos hasta entonces inéditos sobre higiene personal y se caracteriza por remedios y fórmulas para combatir diversas aflicciones, así como numerosos consejos culinarios.

Lluís Alcanyís se había convertido al cristianismo, con lo que evitó ser expulsado de España en 1492. Más once años después fue acusado de "judaizante" y, por lo tanto, de "malhechor". A pesar de su vasta reputación intelectual, de su posición y el reconocimiento en la gran labor médica que realizaba en Valencia, el converso Alcanyís fue acosado por la agresiva persecución inquisitorial, que apoyaba una reina Isabel obsesionada en el exterminio de los cripto-judíos.

Isabel I de Castilla, fundó la Inquisición Española en 1478, expulsó a los judíos, e introdujo la censura para la imprenta en 1502, y toma un papel personal en el martirio de nuestro protagonista. El médico valenciano fue encarcelado, cayendo en ruina física y moral a causa de casi tres años de prisión y tormento, llegando a delatar a su propia esposa, acción que algunos historiadores ponen en duda por haber sido torturado. Por indicación expresa de la reina Isabel La Católica fue condenado a morir en la hoguera, en compañía de dos mujeres y tres hombres más, en 1506.

En 2006, al cumplirse 500 años de su muerte, en su recuerdo y como desagravio se plantó un árbol en el Jardín Botánico de Valencia.

Fuente: BENITO GOERLICH, D. (2007): A la memoria de Lluís Alcanyís: en el V centenari de la seua eixida d'aquest món. Mètode: Revista de difusió de la investigació de la Universitat de València, nº 53. Universitat de València, València.

FERRAGUD i DOMINGO, C. (2009): La trista història del metge Lluís Alcanyís.Mètode: Revista de difusió de la investigació de la Universitat de València, nº 61. Universitat de València, València.

Comentario:

La función de la Inquisición funcionaba como una policía al servicio del Estado, querantndo derechos. De todos los tribunales de la Inquisición, el de Valencia, fue uno de los más activos, en esta ciudad se cobro hasta 1000 victimas solo en 1488, hasta 1530 juzgo a 2354 personas, 1197 hombres y 1157 mujeres. Los acusados procedían en su mayoría de clases medias y su gran porcentaje de comerciantes judíos, representados por el 44,6% y de oficios artesanos un 47 %, entre el 89 y 90 % eran judaizantes. La nobleza y algunos clérigos llenaban el resto del porcentaje, acusados de luteranismo, blasfemia, brujería y amenaza a la seguridad.

La Inquisición sin considerar, las indicaciones de derecho y respeto humano, encarcelaba a muchas personas, sometidas a tormentos con aparatos sofisticados para hacer sufrir a los seres que eran herejes o sospechosos de serlo. Además de martirizarlo, eran desposeídos de sus bienes aquellos que eran condenados a la última pena. TRISTE FIN PARA UN BIENHECHOR DE LA HUMANIDAD.

FLORIÁN

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