17 noviembre 2010

TROVADORES Y JUGLARES


DE PROFESIÓN TROVADOR

Los romances constituyen un género típicamente español. Son poemas épicos o líricos, contaban la vida de la época medieval. Los juglares eran los artistas que iban por los pueblos y los castillos recitando y cantando los romances, acompañados de algún instrumento musical de cuerda o de viento.

Los romances posteriores se llaman romances nuevos y son de los Siglos XVI y XVII (Cervantes, Lope de Vega, Góngora, Quevedo) o de los Siglos XIX y XX (Zorrilla, Machado, García Lorca, Alberti).

Poetas y trovadores. El primero era aquel que escribía poesía en latín, en cambio el segundo lo hacía en una lengua romance. La misma etimología tiene la palabra trovero, aplicada a la persona que hace trovos.

Trovador, era un poeta lírico de condición social elevada incluso de la nobleza, educado como guerrero y cortesano, escribia sus canciones romanticas amorosas y también ceiticas políticas, y debates que muestran el inicio de una historia cultural. Entre las diversas posibilidades etimológicas de la palabra "trovar" la más adecuada es la de "inventar o crear literariamente". Los trovadores normalmente viajaban transmitiendo noticias entre las regiones. Su literatura, será fuente de la poesía que durante siglos se cultivará en Europa occidental.

Se conocen unos 350 trovadores, el primer trovador conocido, Guillermo de Poitiers, o el famoso rey de Inglaterra Ricardo Corazón de León, otros personajes de la nobleza como el catalán Guerau de Cabrera, vizconde de Gerona y Urgell; hasta llegar a trovadores famosísimos de origen humilde, como era el caso de Marcabrú, que empezó como juglar, llevando una vida ambulante y su trabajo lo hacía en la calle. Han llegado a nuestros días pocos casos de mujeres trovadoras, siempre de la nobleza, destaca la Condesa de Día.

La creación literaria era un ornamento más y un ejercicio de ingenio, mientras que los procedentes de clases más humildes dependían de su habilidad para sobrevivir y prosperar, dirigen sus escritos muchas veces a la esposa de un señor importante que les permitirá entrar bajo su protección. El hecho de ser trovador suponía un prestigio y especialmente bien considerado durante el siglo XII. El arte de la trova se desplazó hacia los nuevos autores de la lírica italiana, que tuvo su auge en el siglo XIV.

Los trovadores tenían buena formación, creaban textos y música, dentro de unos moldes estrictos de métrica y versificación que no podían improvisar. El trovador no solía hacer normalmente más de diez poemas al año, tenían conocimientos de los tratados de poética latinos y de composición musical y también seguían los tratados sobre la lengua y el arte de trovar que fueron apareciendo en su tiempo, algunos trovadores no hacian sus propias canciones si no que las copíaban de otros, delito que se castigaba.

Se conservan 2542 poemas y versos, que a veces se repiten en diferentes cancioneros y a veces se atribuyen a diferentes trovadores. En cuanto a las biografías las hay de todo tipo: extensas o cortas según el cancionero, reales o inventadas.

Personajes similares aparecieron en otras regiones de Europa, como en el norte de Italia, cuya trova estaba íntimamente relacionada con la provenzal. En el norte de Francia, Inglaterra y Alemania aparecieron los troveros y los Minnesänger, en el occidente de la Península Ibérica las cantigas galaico-portuguesas.

También se puede buscar en los trovadores el origen de los juglares. Si los trovadores eran los "compositores" los juglares eran los "intérpretes".

Florián

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