01 octubre 2010

SUEÑOS DE DON QUIJOTE, relacionados con la corrupción.

SUEÑOS DE DON QUIJOTE.

Enredoso asunto exclamo Alonso, la codicia humana todo lo trastoca, cuando fueron descubiertas gentes con mostacho que para obtener prebendas obsequiaban con sayones, capas y coches de caballos a elegantes responsables, y talegos de doblones para distribuir. Esta cruel injusticia y falta de ética ejercida con alegría manifiesta, se torno en rabia y desesperación por descubiertos, era un grupo de galopines golfantes arropados por torpes, egoístas, exaltados y de quienes con sus oraciones imponían contribuciones. Llegado a este punto Alonso quedo asombrado de tanto desatino que hace destruir la cultura guardando la ignorancia.

Cruel es, querido Sancho en el avatar diario de nuestro menester, percibir la falta de honestidad de algunas personas. Así discurría Don Alonso de Quijano, llamado Don Quijote, Caballero de Triste Figura, hombre desventurado y de tardía vocación de armas mientras cabalgaba: Sancho amigo, hubo tiempos de bonanza que los hombres hermanados en republica, cogidos de la mano marchaban en armonía a descubrir nuevos caminos de justicia y hermandad eligiendo la mejor ruta, todos con el mismo paso. Los sueños fueron rotos por codicias de quienes creyéndose ellos señor y tú su vasallo atropellan sin cordura, vergüenza ni honor.

Harto del tórrido sol, con el yelmo ardiente y la armadura como fundida sobre su cuerpo, desfallecido quedo sobre piedra del camino. Al poco llego Sancho a grupas de su lento Rucio y ambos compartieron un duro mendrugo y un sorbo de vino de la vasija que le fuera entregada por alma caritativa.

Triste es, querido Sancho, llegar a viejo persiguiendo malandrines, bellacos y fulleros, teniendo que usar la vara contra tunantes con ambición por lo ajeno que quieren unir lo tuyo a lo suyo. Sancho escudero amigo, demos cordura a un mundo que se esta descolocando, otra vez vete tu solo a cabalgar por el llano.

Sancho se relamió tras gozar de tan sabroso vino pues sabida es la fama de aquestos ricos caldos, y quedó añorando la satisfacción que le otorgaría cuando consiguiera llenar su panza con alubias y tocino, que aliviaran las punzadas que sentía en su barriga ¡escasas ambición la de los pobres! Acariciando a Rucio durmió y al poco roncaba placenteramente.

Don Alonso dormitaba y tuvo un largo y complicado sueño: Vio un dragón que representando a un país, tenia varias cabezas en convivencia, cada una tenia un cometido a realizar, las funciones organizaban la vida del mediante las ordenes que recibía de cada una de las partes pensantes de su organismo, y así era feliz desarrollándose hasta que se convirtió en noble, fuerte y respetado. A esta situación llámole Alonso democracia.

Un día las cabezas no mostraban entre ellas respeto mutuo, dabanse ordenes al tiempo, sin control, adelante izquierda, atrás derecha, desconcertando al cuerpo. El dragón pese a su fortaleza se tambaleaba y caía, haciendo cada cabeza responsable a las otras de los tropezones y tumbos. Alguna testa mejor puesta tomó sabia decisión “que mi fuerza quede relegada para crear decisiones con plenos acuerdos y menos fricciones”. Observo nuestro Alonso que pese a tropezones y revolcones reincidían con tozudez permanente, además la comida común la usaban desaprensivos a espaldas de los demás, hecho deleznable el utilizar lo del pueblo como si suyo fuera. Cuando fue criticado, respondieron en actitud cínica, rechazando los datos manifiestos, los culpables ocultan el botín y sus cómplices, exculpan a sus sicarios asociados. Alonso Quijano atribuye estos actos a gentes que ambicionan el poder para tomar impunemente parte del pesebre común, iluminados por el poder de la piedra filosofal o de altas instancias propias de Lucifer y otros demonios. Eran todos corruptos, como nuestro filósofo acertó a calificar.

Los compinches, influenciados por el mal, pensaron: no debemos permitir nos censuren y critiquen. Pusieronse de acuerdo para dar continuidad a su cargo, salario y mordida. Entendió Alonso que eran maneras de dictaduras, que roban al pueblo y encarcelan a quien le place, y disponen de bienes públicos. Los compinches, que eranse muchos, tenían cantidad de elementos almacenados en lugar secreto, producto de manejos ocultos que indicaban culpabilidad, descubiertos por los jueces: Alegaron impunidad.

Era de tan mal sabor su maldad, elaborada en el mortero del odio, que incluso el solo hedor que despedía la mezcla podría advertir en creencia de brujería, que alerto a la Santa Inquisición, que buena fama tiene de dureza y para evitar toparse con Tribunal que puede sacar la verdad y de la mentira claridad, decidieronse a negar sus malas acciones, y en su soberbia acusaban a otros de manipular, para evitar el acto aterrador de entrar en declaración y tortura o posible castigo de prisión y requisa de bienes por el Santo Oficio.

Los actores dispusieron a taparse, sin pensar en reparar los daños, sus cabezas actoras no sufrieron, aunque dicese: que cual niño destetado lloraba alguno ante su descubierto despojo sin percibir que su mal era producto de su despreciable ambición. Así dijo Alonso: Déseles a los logreros justicia presta castigando su codicia manifiesta. Oportunistas siempre hubo, ¡librate de tal especie! Espectadores de aquí y allá, calificaron estos hechos con graves adjetivos que aquí no pueden ser reproducidos. El más acertado fue quien llamoles “descerebrados” pues solo a tales se les ocurre teniendo comida abundante, irse a tomar pastos ajenos.

Fue desquiciante, cuando reunidos “sin arrepentimiento” acordaron buenas prácticas para aparentar honradez; los hombres de buena fe, llevan en la conciencia las buenas formas de hacer, y aquestos que además son cristianos: No pueden realizar actos de ensalzar honestidad, sin previo arrepentimiento público, devolución de lo tomado, en acto de sometimiento a la justicia. A las gentes a las que deben servir no le valen máscaras de quita y pon, vayan con las caras descubiertas, y reconciliesen con sus conciencias.

Despertose sobresaltado Don Alonso, y recapacito sobre su sueño o posible desvarío, caviló si el mensaje fuera de raciocinio místico en cábalas herejes, buscando solución acorde a sus creencias, recordó historia que contara fraile de Poblet, le contara: El maligno no se extermina, se esconde incluso en piedras como el nitrito y en construcciones monumentales realizadas por esclavos a causa de pensamientos de libertad, criptas hay que aún conservan en su interior el humo de demonios que originaron guerras y modelos aberrantes de gobernar.

Nuestro buen Don Alonso, quedo cavilando si aqueste sueño fuera señal de aviso, para que enderezara su búsqueda de injusticias y entuertos de salvar al pueblo del peligro y en solicitud de participar contolo a Sancho, quien rascándose el caletre, acto previo para la disposición filosófica respondió:

Existen hombres viles codiciosos peores que las bestias: así me lo dijo mi comadre Filiberta y como verdad lo tomo. Pedid consejo de otro mi Señor, que “no soy yo quien deba descubrir vuestro pensar, ya que no he sido instruido en desarrollar las magistrales teorías de los sueños, así que deje vuesa merced vuestro sueño escrito para que los hombres sabios interpreten este hecho de simbologías y saquen moraleja o determinaran si fuera verdad o producto de vuestro desvarío influido por la flojera del escaso alimento y mucho sol.”

Nuestros héroes Alonso y Sancho continuaron su camino, buscando entuertos que resolver y dragones por desventrar. Si vos mi lector, sabéis o creéis saber la interpretación de aqueste triste suceso, podéis enviar vuestra respuesta y así participar en desentrañar tan enrevesado asunto, por si fuera de necesario dar aviso para evitar de peligros a gente honesta.

Florián.

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